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  Hámster dorado
 





Nombre común: Hámster dorado.  

 

Características

 

Bajo la denominación "hámster" se comercializan actualmente cuatro especies pertenecientes al orden Rodentia, y dentro de este, a la familia Cricetidae. Otros miembros bien conocidos de esta familia son los Jerbos. Todas las especies de hámster son roedores de reducidas dimensiones (unos más que otros) que en sus regiones de origen habitan zonas desérticas o semidesérticas.

 

Las cuatro especies de Hámster que podemos encontrar en el comercio actualmente son: Mesocricetus auratus: Hámster dorado. Es el que estamos acostumbardos a ver de toda la vida. Existen otras tres especies que cada vez se comercializan con más frecuencia que son: Cricetulus griseus: Hámster enano chino. De aspecto muy similar al hámster dorado pero mucho más pequeño. Phodopus sungorus: Hámster enano gris o Hámster enano ruso o hámster enano de Zungaria. De color gris con una lista oscura en el lomo. Phodopus rovorovskii: Hámster enano de Rovorowski, el más pequeño de las tres especies y también el más nervioso. Su pelaje es de color arena y su temperamento es muy nervioso, hasta el punto de hacerlo poco adecuado como animal para acariciar.

 

En esta ficha nos referiremos al hámster dorado. El hámster dorado es un roedor de aspecto rechoncho y patas cortas, lo que junto con su cráneo ancho le da un cierto aspecto aplanado. Tiene orejas grandes, largos bigotes y ojos negros en las variedades no albinas. El pelaje "salvaje" es de color dorado con la parte inferior blanco sucio y regiones con pelo negro en la cara, cuello y orejas. Posee también una cola corta y rechoncha. Los adultos pesan entre 130 y 180 gr.


Fue descrito por primera vez en 1839. En 1930 se capturan los primeras hámster vivos en Siria, en las cercanías de Alepo, una hembra y 12 crías, de las que solo sobrevivieron 3 ó 4. Todos los hámster dorados que actualmente se mantienen en cautividad provienen de estos ejemplares. Desde Inglaterra llegan a Estados Unidos en 1939, desde donde vuelven a Europa tras la Segunda Guerra Mundial como animales de laboratorio.

 

Actualmente existen múltiples variedades en lo que el color y al pelaje se refiere. Hay hámster albinos, negros, de color crema, himalaya (siamés), manchados, con pelo corto, largo o satinado. Las modificaciones genéticas se manifiestan tan deprisa en los hámster debido al elevado coeficiente de consanguinidad que aparece en las poblaciones en cautividad.

 

Para diferenciar los machos de las hembras hay que emplear las mismas técnicas que con otros roedores; la distancia entre el orificio cloacal y el genital es menor en hembras que en machos. A partir de las cuatro semanas los testículos son visibles como dos abultamientos a ambos lados de la cola en el caso de los hámster dorado y chino, en los grises y de Rovorowski los testículos no son visibles aunque si palpables. El hámster dorado en su medio natural habita en las zonas desérticas de Siria. Construye madrigueras de hasta 2,5 m. de profundidad y son animales nocturnos y solitarios.

 

La mejor edad para adquirir un hámster es cuando éste cuenta con 4 a 6 semanas, debido a que su vida es muy corta. Las hembras son más agresivas que los machos, aunque la selección por parte de los criadores tiende a atenuar este carácter. Los hámster de tipo salvaje son los más resistentes. Parece que los hámster de color negro o manchado son más agresivos, mientras que los de pelaje tipo siamés son más tranquilos.

 

Distribución

Zonas desérticas y semidesérticas de Siria.


Alojamiento

 

Se puede alojar a los hámster en una jaula de rejas. En general será lo que con mayor frecuencia encontraremos, pero hay que tener en cuenta una serie de parámetros. Su tamaño ha de ser suficiente, la distancia entre los barrotes adecuada y el suelo ha se ofrecer una sustentación adecuada. Los suelos de barrotes, que facilitan la limpieza al caer los restos a un recipiente de recogida, no gustan a los hámster puesto que por sus cortas patas se resbalan constantemente.

 

Las dimensiones ideales son 50-60 x 40 cm para la base, con una altura de 25 cm. Si tienen más de una planta, esta no puede ser de barrotes si no de madera o plástico (superficie continua). La distancia entre las rejas ha de ser de cómo máximo 10 mm y los barrotes rígidos y resistentes. Los barrotes han de ser horizontales, pues así permiten a los animales trepar. Es recomendable que la jaula vaya provista de un zócalo para evitar que al excavar arrojen el material del suelo fuera de la jaula.

 

También se puede alojar a los hámsters en acuarios o terrarios. En el caso de usar acuarios, la superficie habrá de ser mayor puesto que no disponen del espacio extra que les proporciona el trepar por las rejas. Además han de ser más anchos que altos, puesto que si no la ventilación es escasa y aparecen problemas respiratorios. El techo irá cubierto con un marco de madera con rejilla metálica. En general consideró que los acuarios no son aptos para tener hámster dorados debido a su deficiente ventilación y a que las jaulas constituyen en este caso una mejor opción.

 

Los terrarios también han de tener mayor superficie que las jaulas por idénticas razones, con la precaución adicional de que las rejas de ventilación y los raíles de los cristales sean de un material que no puedan roer. También se los puede alojar en jaulas tipo cajón con el frontal de reja y el resto de las paredes de madera, disponiendo en la parte inferior del frontal una franja de 15 a 20 cm de madera o cristal para evitar que arrojen fuera de la jaula material al cavar.

 

Los hámsters son muy sensibles a los ruidos, así que nunca hay que colocar su alojamiento cerca de equipos de música, radios o televisores. También hay que evitar colocar la jaula al alcance de visillos, cortinas, faldillas o plantas que el animal pueda alcanzar desde su jaula o podrían sufrir daños. A los hámsters no les beneficia el calor excesivo, ni del sol ni de la calefacción. No coloquemos la jaula encima de un radiador o en una ventana excesivamente soleada. Tampoco les son beneficiosas las corrientes de aire o la humedad, protejámosles de ellas.

 

Debido a sus hábitos nocturnos, tampoco es recomendable alojarlos en un dormitorio. Como suelo en la "casa" de nuestros hámsters, lo más adecuado es la viruta de madera, pero atención, no vale la viruta de coníferas ni aquella procedente de maderas tratadas. El serrín es demasiado pulverulento. La arena que se comercializa para pájaros y chinchillas también es válida, pero es mucho más cara, pesada y menos absorbente.

 

Como escondrijo han dado excelentes resultados los tiestos de barro sin esmaltar de 12 a 14 cm de diámetro, en los que previamente habremos practicado un agujero de 5 x 5 cm rompiendo el borde y limándolo después. Se coloca el tiesto boca abajo y ya tenemos un refugio ventilado y fácil de lavar y desinfectar.


Como material para el nido lo mejor es la celulosa y el heno. El algodón y fibras similares, pese a lo que se diga, no son materiales validos. Se enganchan en las uñas de los animales y pueden asfixiar o lesionar a las crías.


Como comederos hay que emplear recipientes poco profundos y pesados que no se vuelquen con facilidad, de piedra o barro cocido. Aunque en teoría no necesitan agua con un aporte suficiente de alimentos jugosos, por si acaso se les puede poner un bebedero de tipo biberón. Los bebederos abiertos no son validos pues los vuelcan o los llenan con el material del suelo.


Los hámsters requieren de cierto entretenimiento. Algunas ramas o estructuras similares para trepar en acuarios y terrarios donde no hay rejas son un buen complemento. La noria de ejercicio también es un buen accesorio. Que sea de metal, las de plástico las roen e inutilizan en poco tiempo.

 

Cría

 

Los hámsters alcanzan la madurez sexual con entre 30 y 50 días de vida. La gestación dura entre 16 y 18 días y es la más corta entre los mamíferos, junto con la de los marsupiales. La hembra presenta celo cada 4 a 7 días. Durante el periodo de celo es el único momento en el que en condiciones naturales tolera la presencia del macho. El numero de crías van de 1 a 14, pesan entre 1,5 y 2 gr. al nacer. Se independizan de 22 a 25 días. El macho ha de ser retirado durante la crianza, puesto que aun cuando la hembra lo haya tolerado y habitualmente vivan juntos, durante la crianza la agresividad de esta aumentará y puede atacar al macho llegando incluso a matarlo.

 

Alimentación / cuidados

 

La dieta de un hámster ha de aproximarse lo más posible a aquella que tendría en su medio natural. En las regiones desérticas en las que vive hay abundancia de alimentos durante periodos de tiempo muy cortos, de hay que el hámster tenga el instinto de almacenar comida. Para mantener a nuestro hámster sano hay que proporcionarle una dieta rica en fibra y pobre en grasas, lo más variada posible y con aportes ocasionales de proteína animal.


Los hámster no toleran ni la sal ni las especies por lo que la comida de la mesa no resulta sana.
Les gusta mucho el dulce, pero no es sano para ellos. Hay dos componentes principales en el menú del hámster: frutas / verduras y semillas.

 
Las semillas (hidratos de carbono) constituyen la base de alimentación de los hámsters. Los alimentos comerciales que podemos adquirir no siempre son apreciados, con frecuencia alguno o muchos de sus componentes se desechan. Si queremos preparar nuestra propia mezcla de semillas hay va una formula. Mezclar un 70 % de comida para cobayas con un 20 % de comida para periquitos y un 20 % de comida para canarios.

 

Se puede añadir algo de pienso seco para perros como fuente adicional de proteínas y vitaminas. Hay que evitar un exceso de semillas grasas en la mezcla, que si bien son apreciadas por los hámsters, en exceso les resultan perjudiciales. También se puede suplementar con pan duro y copos de avena. El pienso en pellets, si bien contiene todos los elementos necesarios para estos roedores, puede resultarles excesivamente monótono y terminar por ser rechazado.


El alimento jugoso es también un componente esencial en la dieta del hámster, proporcionándoles además el agua que necesitan. Se les puede dar zanahoria, remolacha roja, habas, maíz tierno, calabacín y pepino. También se les puede dar pequeñas cantidades de endibias, berros, lechuga... No hay que darles ni patatas, que pueden resultar tóxicas, ni verduras flatulentas como la col.
Hay que lavar muy bien todas las verduras con agua tibia pues pueden contener restos de pesticidas. Entre las frutas podemos emplear manzanas, peras y plátanos y pequeñas cantidades de frambuesas, fresones o uvas. Las frutas ácidas como el kiwi o los cítricos son perjudiciales.

 
Como complemento proteico se pueden ofrecer galletas para perros, huesos para roer como los que se venden para perros... así como pequeñas porciones de requesón, yogur o queso blanco sin sal.
Los insectos tales como tenebrios, langostas y grillos constituyen un bocado delicioso. A las hembras en periodo de gestación o lactancia también se les puede dar un poco de yema de huevo cocida. Si la dieta es lo suficientemente variada no es necesario añadir complementos vitamínicos de ningún tipo, excepto quizás calcio para las crías y las hembras en gestación y lactación.

 
Solo hay algunos pequeños detalles que hay que tener en cuenta a la hora de cuidar a nuestros hámsters.
En primer lugar, los hámster trepan muy bien, pero bajan muy mal. Cuidado, puesto que una caída desde 1,5 m de altura puede ya provocar lesiones irreparables en la columna.

 
No es recomendable dejar a los hámsters sueltos por las habitaciones, tienen la desagradable tendencia de roerlo todo (incluyendo cables eléctricos) y no es fácil convencerles de que vuelvan a su jaula. Hay que tener en cuenta que los hámsters son animales nocturnos y solitarios. No hay que molestarles de día, y es preferible alojarlos individualmente. La comida se la podemos proporcionar por la mañana y por la noche, una vez la comida fresca y otra la seca, así permanecen más tiempo entretenidos.


Como roedores que son, necesitan desgastar sus incisivos, para ello podemos darles ramas de frutales no tóxicos así como de haya, abedul y avellano. Ojo, no han de estar tratados con pesticidas ni cerca de carreteras o fábricas (peligro de contaminación por metales pesados). También les encanta roer los rollos de cartón del papel higiénico o de cocina. Si queremos les podemos proporcionar "juguetes" para que se mantengan entretenidos como por ejemplo una caja llena de arena para excavar, o dispersar algo de comida apreciada (como por ejemplo semillas de girasol) para que se entretengan en buscarla. Algunos juguetes como tiovivos o balancines ocupan demasiado espacio con respecto a su utilidad. Hay formas más baratas y menos voluminosas de entretener a nuestros hámsters.


El alimento y el forraje han de proporcionárseles a diario retirando el antiguo. Cuidado con los almacenes de comida, esta puede enmohecerse en la jaula y hacer enfermar a nuestros animales, hay que vigilarlos y no dar comida en exceso a los animales.
Los comederos y bebederos han de limpiarse a diario. Cada dos días hay que retirar el material húmedo de las zonas donde orinan, y una vez en semana hay que hacer una limpieza general de la jaula retirando todo el material del suelo y del nido y lavando la jaula con agua bien caliente y un desinfectante no tóxico para los animales. Cuidado con los detergentes, pues pueden envenenar a los hámster.

 

 

 

 

 

 
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